lunes, 7 de septiembre de 2009

PROGRAMA 8 FEEL POP "KMO PERDONAR"


Todos somos heridos por alguna persona a lo largo de nuestras vidas. El dolor es aun mayor cuando se trata de tu mejor amigo, tu hermano, hermana, padre, esposo, o alguien importante para ti. No hay forma de evitarlo. Pero sigue estos consejos y algún día hallarás la manera de perdonar, y aún más importante, de olvidar esa herida.

*Piensa en ello.

Inmediatamente después de sentirte lastimado por alguien seguramente estarás enojado. Tómate un tiempo y trata de calmarte. Piensa en lo ocurrido pero no dejes que eso domine tu vida. Trata de pensarlo objetivamente y comprende que todos cometemos errores.



*Reflexiona.

Asegúrate de que el momento en que estás pensando sea tranquilo. No hagas nada precipitado; más tarde te arrepentirás. Al principio parece que el enojo nunca se irá pero luego de unos pocos días irá menguando. Aún así, comprende que a veces regresa.

*Comprende.

Debes saber que todo dolor eventualmente se desvanece. Suena imposible cuando acabas de ser lastimado pero es la verdad. El tiempo es realmente la única cura y al menos aceptar esta verdad puede ayudarte un poco.


*Admítelo.

No puedes ignorar cuando alguien te lastima, y hacer de cuenta que no estás lastimado sólo empeora las cosas. Hazle frente e incluso revuélcate en el dolor por unos segundos. Escucha música triste y por unos días llora y siente pena de ti mismo.

*Hazlo a un lado.

Tras estar deprimido y triste por unos días, debes decirte a ti mismo que tu vida continúa. Convéncete de esa realidad y rodéate de buena compañía. Irás sintiéndote mejor en poco tiempo.


Replantea tus juicios

En lugar de pasar a la siguiente página, le estás dedicando buena parte de tu energía mental y emocional a recordar ofensas, daños e injusticias (reales o imaginarias) de las que has sido objeto, manteniéndolas vivas en ti. Es como si te pasaras la lengua por una muela cariada constantemente, sintiendo las punzadas de dolor, en vez de reparar la lesión dental.

Favorece tu sistema inmune

Sé sincera contigo mismo y contesta esta pregunta: ¿en verdad quieres dejar ese asunto atrás? Si respondiste que sí, entonces necesitas liberarte de tus propias ataduras y aprender a perdonar. Porque librar a los demás de tu desprecio tiene virtudes terapéuticas que te hacen sentir bien. A diferencia del odio que fomenta la depresión, el estrés y el malestar debilitando tu sistema inmunológico, el amor, la tolerancia y la alegría favorecen tu bienestar, fortaleciendo tus defensas inmunológicas.

Tácticas para lograrlo

Si en el fondo sientes que no tienes la capacidad de perdonar, puedes aprenderla e incluso potenciarla. Y para ayudarte a conseguirlo, te damos estas siete técnicas que te ayudarán a lograr reconciliarte, olvidar y ser consciente de por qué estás eligiendo ese camino:

Reflexiona un poco en que nadie es totalmente bueno ni malo, tanto tú como el resto de las personas reaccionan de acuerdo a como están programadas mentalmente, a lo que han aprendido o se les ha inculcado. Pero todas las personas quieren en última instancia ser felices. Si eres tolerante con tus propias culpas y fallas del pasado, si entiendes y aceptas tus sombras psicológicas, estarás en mejor disposición de hacerlo con los demás.

Es preferible exteriorizar tu enojo en el momento en que ha sido provocado, en vez de guardártelo. Pero tampoco excedas la impulsividad ciega o la ira irreflexiva. El dicho de que “lo que se queda adentro se pudre” es bastante cierto en el caso del rencor.

Intenta perdonarte

Haz un ejercicio de atención consciente y concédele a cada suceso la importancia que merece. Frecuentemente reaccionamos con exceso ante cosas pequeñas, cuando la mayoría de las cosas no son tan importantes como para no merecer perdón. Para llegar a esta conclusión, ponte en la situación del otro, seguro que verás las cosas de otra manera.

¿Sentimiento de humillación, decepción, tristeza? Toma conciencia de lo que ocultas tras tu máscara de cólera, esto te ayudará a liberarte de ella, al comprender que “el culpable” ha despertado una zona de sufrimiento que ya existía dentro de ti misma.

Encontrar la verdadera motivación de tu ofensor y las razones profundas de su conducta, te llevará a ser más condescendiente con él y a verlo como víctima de sus propios errores y carencias, en lugar de verlo como verdugo. Por ejemplo, una persona que ofende a otra en público, en realidad puede ser insegura y estar intentando autoafirmarse.

Nada es perfecto

¿Sin ninguna justificación has puesto demasiadas expectativas en alguien? ¿Has sido poco clara al expresarle tus objetivos o necesidades? Reconoce tu parte de responsabilidad en el asunto, y la próxima vez habla con claridad y directamente, evitando los malentendidos o suposiciones.

Ante un problema, siempre lo mejor es acercarte a la otra persona para comunicarse. Es importante elegir bien el momento, sentarse a hablar con calma y sin prisas y expresarle que te importa al otro. Ten siempre una postura conciliadora para aclarar el conflicto y resolver la discusión sin resentimientos.

*Perdona.

Una vez que te sientas mejor con el mundo en general podrás dar el último paso: continuar con tu vida y perdonar a esa persona que te hirió. Hazle saber que le has perdonado, a través de algún medio sencillo como un mensaje de texto o un correo electrónico. No necesitas ser muy elocuente ni haber cambiado totalmente aún. El perdón no es total hasta que puedas realmente olvidar también. Olvidar algo lleva tiempo. No hay otra forma de lograrlo. Tomará meses o incluso años. Si esa persona que te hirió está realmente arrepentida de lo que hizo y es consciente del daño que te causó, será comprensiva y esperará sin problema.

1 comentario:

Unknown dijo...

mmmmmmmmmm muy muy interesante amiguito me agrada tu blog